Descubre 4 métodos para conservar tus hierbas aromáticas

Las hierbas aromáticas realzan el sabor, dan aroma y aportan color a nuestros platos. Son la base de muchos platos. ¡Qué sería de la cocina india sin el cilantro!

Sin duda, lo ideal es tener pequeño huerto con nuestro romero, hierbabuena, tomillo, perejil y poder cogerlo fresco cuando estamos cocinando, pero seamos realistas, esto no siempre es posible.

En la sección de frescos de muchas grandes superficies y en muchas fruterías, encontramos una gran variedad de hierbas frescas. A ti no te pasa como a mí, que justo el día que las necesito, o se han terminado en la tienda, o se me olvidó comprarlas. ¿O qué cuando voy a echar mano del cilantro que compré la semana pasada, está casi todo estropeado?

Hoy voy a compartir contigo los métodos que yo utilizo para tener siempre hierbas aromáticas disponibles para hacer mis platos y que nunca me falte cilantro para mis recetas de comida india.

Descubre 4 métodos para conservar tus hierbas aromáticas

Conservar las hierbas frescas en la nevera

Se pueden conservar las hierbas aromáticas entre 15 y 20 días en la nevera, si lo haces adecuadamente. Si son muy frescas, es posible que te duren incluso más días.

Para conservar las hierbas en la nevera hay dos maneras.

-Para empezar, haz un pequeño corte en la parte inferior de los tallos.

-Retira las hojas que estén marchitas, amarillentas o con manchas.

-Sécalas con papel de cocina para quitar el exceso de humedad.

-Envuelve con cuidado el manojo de hierbas en un papel de cocina, mételos en una bolsa de plástico con cierre zip o en un táper para que no cojan olores.

 

Para la segunda, repetimos todo el proceso de arriba, pero en vez de guardarlas en una bolsa, las ponemos en un vaso con agua. A continuación, cubrirlas con una bolsa de congelar y guardarlas en la nevera (mejor en la puerta de la nevera).

Si pasan los días y ves que no las vas a utilizar en breve, siempre puedes recurrir a alguno de los métodos que te cuento a continuación, antes de que se estropeen.

Congelar las hierbas. Método de congelación

Congelar las hierbas es posiblemente la forma más sencilla de conservar y guardar las hierbas por bastante tiempo.
Es fácil y rápido, pero hay algunas cosas que conviene tener en cuenta.

Descubre 4 métodos para conservar tus hierbas aromáticas
En primer lugar, asegúrate de que utilizas hierbas muy frescas y sin hojas marchitas.

Lava bien las hojas con agua y sécalas muy bien. Si queda humedad, se pueden crear cristales de hielo que dañaran las hojas.

Pica las hierbas según el tamaño que vayas a necesitar cuando las cocines.

Mételas en bolsas con cierre zip de plástico y distribúyelas formando una capa. Cierra la bolsa procurando sacar la mayor parte del aire.

Cuando vayas a utilizarlas, coge la cantidad que necesites y añádela al guiso o al sofrito sin descongelar.

Este método de congelación de las hierbas aromáticas está recomendado para las hierbas que utilizas en guisos y sofritos, pero no para ensaladas o como adorno.

 Escoge siempre hierbas aromáticas frescas.

 Deshecha las hojas que estén estropeadas y retira los tallos y las raíces

 Lávalas bien con un poco de agua con sal

 Asegúrate de secarlas muy bien. El exceso de humedad pudre las hojas.

Conservar las hierbas en sal. Método de salado

La utilización de la sal para preservar alimentos se pierde en la historia de los tiempos, pero sin duda, sigue siendo un excelente método de conservación de alimentos.
Mantener las hierbas en sal es un proceso sencillo y funciona muy bien con hierbas como la albahaca, el romero o la menta.

La sal combate las bacterias que pueda haber en las hierbas y evita que se pudran.

Vas a necesitar sal marina de buena calidad, tarros o recipientes de cristal limpios con tapa y seguir estos sencillos pasos:

  • Utiliza hierbas frescas y elimina las que estén dañadas. Limpia y seca muy bien las hierbas y retira todos los tallos gruesos.
  • En un recipiente de cristal limpio, pon una primera capa de sal hasta cubrir el fondo.
  • Añade las hierbas en capas, alternando con la sal, hasta llenar el recipiente. Asegúrate de que hay suficiente sal para cubrirlas.
  • Déjalas en un lugar fresco y seco.
  • A las 72 horas, es posible que las hierbas hayan perdido parte de su volumen y quede más espacio en el bote.
  • Sigue añadiendo capas de sal y hierbas frescas hasta llenar el tarro.
  • Guardarlo en un lugar fresco y seco, siempre fuera de la nevera.
  • No te preocupes si ves que, en algún caso, como con el eneldo, aparece un poco de líquido en el fondo del tarro. Es el propio jugo de la hierba.

Cuando necesites utilizarlas, saca la cantidad de hierbas que necesites y retira la sal enjuagándolas con agua fría.

Recuerda añadir menos sal a la receta, ya que las hierbas estarán un poco saladas.
Con el tiempo, la sal se irá aromatizando y podrás utilizarla en la cocina.

Aquí no se desperdicia nada.

Secar las hierbas. Método de secado

Descubre 4 métodos para conservar tus hierbas aromáticas
Secar las hierbas es una buena forma de conservarlas, pero es la que más tiempo y paciencia requiere.

Si estás dispuesto a hacer el esfuerzo, este método te permitirá controlar la duración y el sabor cuando las utilice en la cocina.

Escoge hojas frescas; quita las hojas que estén descoloridas o con manchas para que no aparezca moho; quítale las raíces si las tuviera.

  1. Con hierbas de hojas tiernas, como la albahaca, el orégano, el estragón, la melisa y la menta, que tienen un alto contenido de humedad, lo mejor es extender una capa de hojas sobre una bandeja y déjalas en un lugar bien ventilado y seco, asegurándote de que los rayos del sol no den directamente sobre las hojas, ya que perderían color y sabor.
  2. En el caso del romero, la salvia, el tomillo, puedes atarlas en pequeños manojos y colgarlas para que se sequen al aire.
  3. Cuando las hojas estén crujientes y bien secas, están listas para ser envasadas y almacenadas. Puedes dejar las hojas secas enteras o partirlas en trozos más pequeños, según como vayas a utilizarlas. Pon las hierbas en recipientes herméticos y guárdalas en un lugar fresco, seco y oscuro para proteger el color y el aroma. Este método es más recomendable hacerlo con hierbas que tengan menos humedad, como el romero, el tomillo, el laurel, la lavanda.

Puedes hacer pruebas y quedarte con la forma que mejor te funcione.

Ya sabes lo que hacer si quieres tener siempre a mano un buen puñado de hierbas aromáticas para añadir a tus guisos. Seguro que la próxima vez que necesites un poco de perejil, eneldo o albahaca fresca, te acordarás de estos consejos.

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