Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos el molde con un poquito de mantequilla.
En un bol mezclamos los ingredientes secos: la harina, levadura, bicarbonato, sal y especias en polvo y reservamos.
Mezclamos un yogur griego natural con 4 cucharadas soperas de agua tibia y lo reservamos.
En otro bol ponemos el azúcar moreno y el azúcar blanco. Agregamos los huevos uno a uno y los batimos con una varilla eléctrica hasta que se espumen durante 2-3 minutos.
Añadimos la calabaza asada y lo mezclamos con la batidora a media potencia.
Agregamos el aceite y batimos hasta que quede bien integrado. Añadimos la mezcla de yogur y agua.
Incorporamos la mezcla de harina con las especias tres veces batiéndolo justo a baja potencia hasta que quede todo integrado. Podéis usar una espátula si queréis.
Agregamos las nueces y las pasas. Las distribuimos por la mezcla con una espátula.
Vertemos la mezcla en el molde, golpeamos contra la encimera para distribuir la masa por igual y lo metemos al horno precalentado.
Horneamos a 170ºC durante 45-50 minutos. A los 45 minutos pinchamos con un palillo para ver la cocción. Si sale limpia, está lista para sacarla del horno.
Dejamos enfriar sobre una rejilla, desmoldamos y decoramos con azúcar glass.