Cortamos la cebolla en juliana lo más finamente posible.
En una sartén pequeña tostamos las semillas de hinojo a fuego medio sin aceite hasta que suelte aroma.
Después las enfriamos un poco y las pasamos al mortero. Las trituramos muy bien hasta reducir a polvo y las reservamos.
Ponemos el yogur en un bol y lo batimos muy bien con un tenedor. Agregamos las especias en polvo (chile de Cachemira, jengibre en polvo, hinojo molido) y un poco de colorante rojo.
Mezclamos muy bien y lo reservamos para luego.
Ponemos un recipiente a fuego alto con un poco de aceite. Cuando el aceite esté caliente agregamos los trozos de cordero con una pizca de sal. Las doramos a fuego fuerte hasta que cojan color. Después las retiramos a un plato.
Ponemos más aceite en el mismo recipiente y bajamos el fuego a medio.
Añadimos las especias enteras: el laurel, el cardamomo negro, el cardamomo verde, la canela y los clavos. Removemos con cuidado durante unos segundos y a continuación agregamos la cebolla que habíamos cortado en juliana.
Pochamos la cebolla a fuego medio-alto hasta que coja un color dorado.
Añadimos la pasta de ajo y jengibre y sofreímos unos segundos. Incorporamos los trozos de cordero que hemos dorado antes. Agregamos el caldo de carne, agua (hasta que cubra dos dedos arriba de la carne aproximadamente) y la sal. Lo dejamos cocer durante 40 minutos a fuego suave o hasta que la carne quede medio cocida.
Añadimos la mezcla de yogur batido con las especias. Mezclamos todo y cocinamos a fuego medio-alto hasta que la carne quede tierna y la salsa quede ligeramente densa.
Espolvoreamos el Garam Masala por encima y mezclamos. Apagamos el fuego y lo dejamos reposar como mínimo 10-15 minutos antes de servir, aunque estará más sabroso al día siguiente. Si lo sirves con pan Naan y una ensalada, tendrás una comida completa que sin duda hará las delicias de tus comensales.