250g de berenjena cortada en forma rectangular unos 7cm X 5cm
200g de Besan (harina de garbanzo)
Una cucharadita de levadura química
Una cucharadita y media de pasta de ajo y jengibre
Sal al gusto
250ml de agua (aproximadamente)
Aceite para freír
Especias
Una cucharadita de cúrcuma
Una cucharadita y media de comino en polvo
Una cucharadita de guindilla roja en polvo (opcional)
Elaboración paso a paso
Primero cortamos las berenjenas en forma rectangular con unos 5mm de grosor. Espolvoreamos una pizca de sal y cúrcuma por encima de los trozos de las berenjenas. Mezclamos muy bien para que todos los trozos se impregnen de cúrcuma y sal.
Ponemos una olla con abundante aceite al fuego. Mientras se calienta el aceite preparamos la masa.
En un cuenco ponemos todos los ingredientes secos y los mezclamos con una varilla.
Añadimos la pasta de ajo y jengibre. Agregamos el agua poco a poco hasta formar una masa semi densa.
Batimos enérgicamente la masa unos segundos. Eso hace que se infle la masa cuando freímos la berenjena.
Cogemos uno a uno los trozos de berenjena, los pasamos por la masa y los añadimos al aceite caliente. Esperamos unos segundos y les damos la vuelta por el otro lado para que se inflen. Bajamos el fuego a medio y los freímos hasta que queden bien dorados.
Los retiramos a una bandeja con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y los servimos caliente con chutney de menta.