En un recipiente ponemos la harina y la sal.
Añadimos un poquito de agua y amasamos. Vamos añadiendo agua, muy poca cantidad cada vez, según vamos amasando.
Amasamos durante 5-6 minutos con mucha paciencia hasta que quede una masa blanda pero firme. La tapamos con papel film y la dejamos a reposar 15-20 minutos.
Pasado este tiempo dividimos la masa en pequeñas bolitas de unos 5-6 cm de diámetro.
Con la ayuda de un rodillo cogemos una bolita y la estiramos en círculo. La estiramos lo más finamente posible, aproximadamente 1-2 milímetros de grosor. A la hora de estirar espolvoreamos con un poquito de harina sobre el círculo para que no se nos pegue.
Colocamos una sartén a fuego medio-alto. Mientras se calienta ponemos una rejilla del horno en otro fuego a máxima potencia.
Cogemos un chapati y lo ponemos en la sartén. Esperamos unos 30 segundos y le damos la vuelta.
Esperamos otros 30 segundos y le damos la segunda vuelta y lo colocamos directamente encima de la rejilla que hemos puesto sobre el fuego al máximo. Se inflara de golpe y lo retiramos. Así vamos haciendo con el resto de los chapatis.
Los servimos calientes acompañado con cualquier plato de curry. También podéis untar un poquito de Ghee (mantequilla clarificada) por encima antes de servir.